David Ryan es el segundo
compañero del Ur Irekiak Galea, y segundo Bizkaino que consigue cruzar el Canal de la Mancha, y solo le quedaría Santa Catalina, en los Ángeles, para conseguir la Triple
Corona, el gran reto con el que sueñan todos los nadadores de aguas abiertas.
Tenía asignada una ventana para
el nado desde el 20 al 29 de agosto y junto a su familia, llego el 19 a
Folkstone para conversar y conocer a la tripulación del barco que había
contratado para el cruce, que casualidad es la misma que estuvo con Joserra en
su cruce el año anterior.
Su nado comenzó a las 2:00 del
día 22 de agosto, en la playa de piedras de Samphire Hoe (entre Dover y
Folksone), después de ponerse lanolina por todo el cuerpo, para protegerse de
las rozaduras y el frío. Durante las primeras horas de nado, el mar se movía
ligeramente y se nadaba bien. La noche estaba despejada y estrellada y disfruto
mucho del nado nocturno a la luz de la noche. Aunque en alguna de las paradas
para avituallar se hizo un poco “fresca”. La temperatura del agua estaba a unos
17º y la exterior a 12º, por lo que las paradas le resultaron críticas.
Estuvo avituallando cada 50’-60’,
intentando no parar mucho ya que las corrientes empezaban a notarse.
Así, como uno de los momentos que
más disfrutó fue ver amanecer desde el agua mientras iba nadando, uno de los
que no disfrutó mucho, cuando empezó a ver el horizonte de la costa francesa, y
parecía que, en vez de acercarse, se alejaba. El último tramo pensó que el
famoso “cementerio de los sueños” le estaba pasando una mala jugada, pero lo
paso, y a partir de allí, un subidón y emoción, el pensar que ya estaba cerca.
No se lo podía creer, lo había conseguido, había cubierto una distancia de unos
55 km en 12h 57’. En todo el recorrido fue acompañado por su hermano.
Lo mejor de hacer tantos
kilómetros, fue la causa por la que nadó.
Consciente de la necesidad de
cuidar nuestro planeta, se planteó vincular el reto con una causa ambiental.
Por cada milla que nado quiso plantar 3 árboles. Y lo hizo a través de la Fundación
Lurgaia, una organización sin ánimo de lucro, que trabaja en la conservación y
recuperación de hábitats autóctonos, de la que es socio desde hace años.
Consiguió recaudar 2.160€, casi cuatro veces más de lo que esperaba.
El 28 de
septiembre unos cuantos del grupo nos acercamos hasta Mujica, terreno cerca de
Urdaibai (Bizkaia), y junto con más personas, amigos y familiares de David,
plantamos unos 250 árboles.
Fue una mañana muy distinta a la
que solemos hacer el grupete, pero lo pasamos genial plantando los árboles que
había conseguido David en su cruce.
Ahora toca pensar en la última
prueba de la Triple Corona, Santa Catalina.
¡A POR ELLO COMPAÑERO!