lunes, 16 de septiembre de 2019

DAVID RYAN CRUZA A NADO EL CANAL DE LA MANCHA


David Ryan es el segundo compañero del Ur Irekiak Galea, y segundo Bizkaino que consigue cruzar el Canal de la Mancha, y solo le quedaría Santa Catalina, en los Ángeles, para conseguir la Triple Corona, el gran reto con el que sueñan todos los nadadores de aguas abiertas.



Tenía asignada una ventana para el nado desde el 20 al 29 de agosto y junto a su familia, llego el 19 a Folkstone para conversar y conocer a la tripulación del barco que había contratado para el cruce, que casualidad es la misma que estuvo con Joserra en su cruce el año anterior.

 


Su nado comenzó a las 2:00 del día 22 de agosto, en la playa de piedras de Samphire Hoe (entre Dover y Folksone), después de ponerse lanolina por todo el cuerpo, para protegerse de las rozaduras y el frío. Durante las primeras horas de nado, el mar se movía ligeramente y se nadaba bien. La noche estaba despejada y estrellada y disfruto mucho del nado nocturno a la luz de la noche. Aunque en alguna de las paradas para avituallar se hizo un poco “fresca”. La temperatura del agua estaba a unos 17º y la exterior a 12º, por lo que las paradas le resultaron críticas.



Estuvo avituallando cada 50’-60’, intentando no parar mucho ya que las corrientes empezaban a notarse.

Así, como uno de los momentos que más disfrutó fue ver amanecer desde el agua mientras iba nadando, uno de los que no disfrutó mucho, cuando empezó a ver el horizonte de la costa francesa, y parecía que, en vez de acercarse, se alejaba. El último tramo pensó que el famoso “cementerio de los sueños” le estaba pasando una mala jugada, pero lo paso, y a partir de allí, un subidón y emoción, el pensar que ya estaba cerca. No se lo podía creer, lo había conseguido, había cubierto una distancia de unos 55 km en 12h 57’. En todo el recorrido fue acompañado por su hermano. 



Lo mejor de hacer tantos kilómetros, fue la causa por la que nadó.
Consciente de la necesidad de cuidar nuestro planeta, se planteó vincular el reto con una causa ambiental. Por cada milla que nado quiso plantar 3 árboles. Y lo hizo a través de la Fundación Lurgaia, una organización sin ánimo de lucro, que trabaja en la conservación y recuperación de hábitats autóctonos, de la que es socio desde hace años.
Consiguió recaudar 2.160€, casi cuatro veces más de lo que esperaba. 

El 28 de septiembre unos cuantos del grupo nos acercamos hasta Mujica, terreno cerca de Urdaibai (Bizkaia), y junto con más personas, amigos y familiares de David, plantamos unos 250 árboles.




Fue una mañana muy distinta a la que solemos hacer el grupete, pero lo pasamos genial plantando los árboles que había conseguido David en su cruce.

Ahora toca pensar en la última prueba de la Triple Corona, Santa Catalina.

¡A POR ELLO COMPAÑERO!