Sebastian Karas, nada 97 km seguidos en una piscina, como base de su entrenamiento para el objetivo de 2017 en el Mar Báltico, volver a intentar superar el tramo de 100 km a nado desde Kolobrzeg a Bornholm.
Miles de brazadas, una tras otra a lo largo de todo un día sin salir de la piscina, batió la plusmarca de su país quedando muy cerca de convertirse en el número uno de la historia. Sebastian Karas estableció el nuevo récord polaco de natación en 24 horas ininterrumpidas al completar 97 kilómetros dando vueltas en una pileta de veinticinco metros de largo.
Miles de brazadas, una tras otra a lo largo de todo un día sin salir de la piscina, batió la plusmarca de su país quedando muy cerca de convertirse en el número uno de la historia. Sebastian Karas estableció el nuevo récord polaco de natación en 24 horas ininterrumpidas al completar 97 kilómetros dando vueltas en una pileta de veinticinco metros de largo.
Especialista en desafíos extremos en aguas abiertas que esta temporada intentará cruzar los cien kilómetros del mar Báltico desde Kolobrzeg hasta Bornholm, este joven polaco de veinticinco años nadó 96,85 kilómetros en 24 horas mejorando la plusmarca de su país que hasta ahora se mantuvo en 54,6 kilómetros.
Después de un día entero con su noche sumergido en una pileta sin dejar de bracear, Sebastian Karas culminó a cinco kilómetros del récord mundial Guinness que desde mediados de los años ochenta permanece en poder de su par sueco Andreas Forvassa, quien nadó 101,9 kilómetros en 24 horas.
“A partir de la sexta hora todo resultó mucho difícil de lo imaginado tanto física como mentalmente, fue una batalla por no pensar todo el tiempo que me faltaba para poder salir de la pileta”, explicó Sebastian Karas, cuyas manos le quedaron tan arrugadas como las de un adulto de setenta años.
Alentado por familiares y amigos que se fueron turnando al borde de la pileta a lo largo de todo un día, Sebastian Karas nadó en todo momento con unos auriculares sumergibles que le permitieron distraerse escuchando música e incluso, en algunos tramos, con un audiolibro.
Además del cansancio, Sebastian Karas también tuvo que batallar contra el sueño al que doblegó gracias a ingerir pastillas de cafeína durante las últimas diez horas de esta proeza deportiva que le dejó malestares estomales e inconvenientes en la vista.
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